GATO

Localización: San Juan de los Reyes Toledo. (Galería Oeste) España.

Análisis Iconográfico: Podemos observar la figura de un gato sentado sobre sus cuartos traseros, con la cola enredada entre sus patas delanteras.

Análisis Iconológico: Estamos en presencia de una talla que bien puede representar la sabiduría del pensamiento egipcio, el simbolismo de éste animal está marcado en Egipto de un significado ambivalente, siendo muy apreciados por su semidomesticidad, ya que protegían contra las distintas plagas de roedores e insectos, a la par que eran considerados como protectores de la maternidad y de las crías, siendo reconocida como la gata de Heliópolis y Bubastis, ciudades donde era adorado, surgieron y empezaron a domesticarse entre los años 3.000 y 2.900 a.C. relacionado casi desde sus comienzos con la diosa Bastet, diosa de la fertilidad, que curiosamente era representada con cabeza de gato, recibiendo diversos nombres como MAU o MIU, sonido en clara referencia onomatopéyica, aunque el nombre común que con más frecuencia aparece en los jeroglíficos egipcios es Qato, del cual proceden el clásico cattus romano, el griego katos o el árabe quett, además de los modernos gato, gatto, katta, katze, kat, cat, chat etc.



Figs.-Imágenes de la diosa Bastet..


Con éste mismo nombre o con epítetos, se agrupan multitud de divinidades del mundo subterráneo, partiendo del vocablo “Miu”, es considerado como una deidad perteneciente al ámbito solar, pasando a ser su defensor, cumpliendo su labor de eliminar a las serpientes, que por otra parte atacaban con más fiereza y malignidad cuando el sol estaba en su cenit, por ello y cumpliendo muy

dignamente su papel se le denomina también como el “Gran Gato de Heliópolis” y se le representa al pie de una pesea (o árbol ished33) armado con un cuchillo y aniquilando a la serpiente Apofis, serpiente que según la mitología egipcia todos los días intentaba interrumpir el periplo solar.

1 El ISHED, que puede ser identificado como el Persea, un cojinete de hoja caduca de árboles frutales (y que, por cierto, Pausanias en su obra Descripción de Grecia (Pausanias (1994). Descripción de Grecia. Obra completa. Madrid: Editorial Gredos) lo describe como un árbol que ama sin agua pero el agua del Nilo) [V, 14 - 4. ].



 Fig. -Gato de Heliópolis aniquilando a la serpiente Apofis .Tumba de Inherjani (TT 359. Dinastía XX. 1150 a.C.).

En aquel tiempo, cualquiera que hiriera o matara un gato era castigado con la pena de muerte, siendo tal el aprecio por el felino, que cuando un gato moría sus dueños se afeitaban la cabeza y las cejas en señal de luto. El animal era embalsamado y enterrado en importantes necrópolis a tal efecto, como la descubierta en 1888 en la ciudad de Beni Hasan en la que se hallaron cerca de 300.000 momias de gato embalsamadas, algunas de ellas metidas en sus pequeños sarcófagos de forma de gato, por el contrario era tenido a su vez, como mensajero del apocalipsis, de ahí el respeto que generaba y su formación como parte del panteón de dioses egipcios.


Fig. - Momias halladas en la necrópolis de Beni Hasan.


Es tan importante para los egipcios que el capítulo XVII del Libro de los Muertos podemos leer la siguiente declaración de Ra:” Yo soy el gato cerca del cual se abrió el árbol Ished en Heliópolis la noche en que fueron destrozados los enemigos del Señor del Universo.”

La mitología griega adopta a Bast y la asimila con su diosa Artemisa, que supuestamente crea los gatos para ridiculizar a Apolo que creó a su vez al león. En la India, Shosti, diosa del parto es representada montando un gato y en la mitología celta se creía que los ojos de los gatos eran la ventana al mundo mágico de las hadas.

Como hemos referido con anterioridad, al encontrarse situada al lado de una imagen de un águila en el claustro de San Juan de los Reyes, en su galería Oeste, podría significar ser el mensajero del Apocalipsis bíblico de San Juan el evangelista, de quien era emblema el águila real.

Con el tiempo pasó a ser reconocido como bienhechor de la humanidad y por tener una muy buena visión, debido a su actividad nocturna, pasó a ser calificado

como el “Ojo de la luna” y se convirtió en atributo de la diosa Bastis. Por su destreza, rapidez y audacia, le tenían por un magnifico observador de todo lo que acontecía a su alrededor, haciéndolo estar siempre en el lugar adecuado para cobrar la pieza deseada, teniendo por tanto el doble significado de que hemos de estar atentos para aprender la sabiduría más oculta, aunque si bien había sido afortunada la relación con el hombre y su vivienda, no fue tan buena su calificación con el devenir de la Edad Media.





Figs. -Miniaturas de códices medievales donde podemos observar la estrecha relación entre el gato y el hogar.


Los Celtas hicieron de su presencia un símbolo de las potencias negativas de la naturaleza, incluyendo un episodio en la leyenda artúrica, narrada en la Historia de merlín de la Vulgata, que nos cuenta el combate del rey Arturo con el gato Chapalú,34 un miembro de la raza felina que tenía aterrorizados a la comarca de la isla galesa de Anglesey, venciéndole en fiero combate y devolviendo a esas tierras la tranquilidad, al liberarles de su ferocidad. Encontrando a su vez idénticas leyendas, pero cambiando el nombre de la fiera y trasladándonos al continente europeo, en éste caso el hombre es Chat Palug35 sucediendo los hechos en las cercanías del lago Bourget, en los Alpes franceses recibiendo el lugar del suceso los siguientes nombres “Col du Chat”, “Dent du Chat” y “Mont du chat”, ésta leyenda dejó un profundo poso que marcó para siempre el concepto que del felino tenían los celtas y galeses, manteniéndolos alejados de sus hogares e incluso llegando a sacrificarlos para exorcizar el mal que pudieran atraer a su entorno.

1 También se presenta como un monstruo de naturaleza demoniaca. La literatura hagiográfica medieval tiende de hecho a «demonizar» las creencias paganas, un aspecto particularmente sensible en Estoire de Merlin.” A partir de análisis toponímicos y folklóricos, Jean-Paul Lelu llega a la conclusión que el Chapalú es un guardián de los caminos acuáticos hacia el Inframundo celta, parecido al dragón [Tarasca (criatura mitológica)] con cabeza de león, que comparte posiblemente el mismo origen
2 En la Tríada de Gales (Trioedd Ynys Prydain) se dice que era hijo de una enorme cerda, Henwen, y que tras su nacimiento fue arrojado al mar para que se ahogara. Sin embargo, consiguió sobrevivir y fue arrastrado hasta Anglesey donde fue criado por los hijos de Palug, que ignoraban su peligrosidad. Cuando creció escapó y sembró la muerte por donde pasaba hasta que fue muerto por Cai (Sir Kay). En otras versiones el propio rey Arturo es quien le da muerte.

En los comienzos de la Edad Media convivieron ambas tendencias, en una por ser portador de la mala suerte y acompañante de brujas y demonios, en otras por ser imprescindible para mantener la integridad de despensas, graneros y ser un magnífico controlador de plagas.



Figs.  - Diferentes ejemplos de aparición del gato en códices medievales.

Es difícil establecer en qué momento pasa, durante el comienzo del medievo en el que el benéfico y necesario gato pasa a convertirse en representante del diablo, encarnando además todas las cualidades negativas del paganismo, a pesar de haber sido deificado en Egipto y favorecido por los hijos de Mahoma, incluso el mismo profeta Mahoma tenía varios gatos a los que cuidaba con cariño. Cuentan que una vez que su gata Muezza se había quedado dormida sobre la túnica del profeta, alguien requirió su presencia y él prefirió sacrificar la prenda cortando el trozo sobre el que la gata dormía, que despertarla. A pesar de ello, hemos de recordar que con la llegada del cristianismo, las religiones previas fueron consideradas paganas, intentando desde la nueva religión acabar con todo lo que tuviera atisbos de politeísmo, pasando tal vez, el gato a ser considerado como un animal maligno y parte de las huestes de las fuerzas oscuras, relacionado como un animal lunar y protector de las brujas, que practicaban su magia de manera nocturna. En el tema de la brujería destaca un asunto muy interesante: los “familiares”. El familiar “doméstico” era el compañero de la bruja y se le alimentaba con sangre o con un tercer pecho llamado “teta de bruja”. Estos demonillos  eran  usados  para  las  ceremonias  mágicas  (echar  maldiciones).

Además, existía el familiar “adivinatorio” utilizado para hacer augurios. Los animales preferidos para servir de familiares eran: el gato negro, el perro, el sapo, el cuervo, el macho cabrío, la comadreja, etc. Los gatos fueron asociados a las brujas y ambos sufrieron persecuciones. Muchas, veces se les quemaba juntos. En algunos países había días especiales para organizar matanzas de gatos. Se creía que las brujas poseían rmulas para metamorfosearse en animales, por ejemplo gatos. La conversión en minino recibía el nombre de aelurantropia. El libro de Donovan nos cuenta un impresionante relato: Con motivo de la coronación de Isabel I de Inglaterra, se sacó en Procesión una efigie de cesteriá, representando al Papa, llena de gatos, y luego la quemaron solemnemente sobre una pira. Los protestantes que perpetraron esta atrocidad pretendían que los alaridos de los qatos eran el lenguaje de los demonios dentro del cuerpo del Santo Padre quedando la imagen del gato marcada ya para siempre unido al imaginario de los seres que pueblan la magia negra.

Todo ello aderezado con que en los siglos XII y XIII, los hombres de religión se obsesionaron con el peligro que corría la iglesia amenazada por todos lados, por los Valdenses, los bogomilos, los cátaros, los turcos y árabes, añadiéndole además el peligro judío con la alquimia y la cábala, ante todo esto había que exorcizar tanto peligro, demonizando a los herejes, acusándoles de organizar ceremonias de todo tipo maléficas, orgías, bestialismo, infanticidio e incluso canibalismo presidido por la figura del diablo que lo hacía bajo la forma, la mayoría de las veces de un gato negro o un macho cabrío, pasando a ser ésta la forma de vida de los citados herejes, según la iglesia.


Fig. -Allá va eso “Caprichos de Goya 1799.

Estas actitudes frente a los animales llegan a extremos sorprendentes. Antiguamente, la presencia de una plaga de animales dañinos era interpretada como un castigo divino o peor aún una calamidad provocada por demonios para atormentar al hombre. En estos casos el sacerdote practicaba una Bendición deprecatoria”, que incluía plegarias para pedir la ayuda divina y un curioso exorcismo: Os exorcizo pesferos (ratones, langostas, orugas, saltones o gusanos u otros animales dañinos) por Dios Padre Omnipotente, por Jesús Cristo su único Hijo, por el Espíritu Santo que procede de ambos, para que os alejéis rápidamente de nuestros campos y sembrados y no viváis más en ellos, que os vayáis a otros lugares en los cuáles no podáis hacer daño a nadie...”.

La secta luciferista alemaria de los “Stadingers” (s. XIII), fue acusada de venerar la estatua de un gato negro en sus ritos. También acusaron a los Templarios36 del mismo rito para demonizar la imagen de éstos. Por otra parte, se creía que el nombre de los “cátaros” tenía su origen en la palabra latina catto=gato.

Un factor muy importante, tal vez, del desarrollo de la Peste Negra en Europa, que causó más de 25 millones de víctimas, fuera precisamente debido a la matanza indiscriminada de gatos, favoreciendo la reproducción incontrolada de roedores que propagaban la enfermedad.

También podemos considerar cuanto menos curioso, el hecho de que otro animal doméstico como es el perro, sea mencionado en 40 ocasiones en la Biblia, mientras que el gato tan sólo aparece en una sola ocasión, en concreto en el antiguo testamento en el que nos dice que los gatos Caerían como lluvia sobre las cabezas de los babilonios…”, siendo leyenda la que nos cuenta que el origen de los gatos podría estar justamente en uno de los sucesos bíblicos, el del Diluvio Universal, cuando la pareja de ratones que entraron en el arca comenzó a reproducirse, de tal manera, que hacían peligrar las provisiones, Noé se acercó al león a pedirle ayuda y se dice, que el león mientras pensaba en buscar una solución, estornudó y de él surgieron dos pequeños leones en miniatura, que dieron buena cuenta de los ratones dejando que una pareja de sobrevivientes se escondieran, estando condenados desde entonces a vivir de esa manera.

1 En el siglo XIV, el Papa Clemente decidió acabar con la Orden de los Caballeros Templarios, acusándoles de homosexualidad y de adorar al demonio en forma de gato.

Éste texto está extraído del texto de la tesis del autor de éste blog publicado con posterioridad con el título "Gargiolarium, guía visual del estudio iconográfico e iconológico de la estatuaria gargolaria de España y los países de su entorno".





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