LEÓN



Localización: Catedral Santa Cecilia Alby Francia
Análisis Iconográfico: Observamos la figura de un león enhiesto sobre sus patas traseras con el cuello erguido y con la melena candole sobre las patas delanteras y parte del tronco a modo de guedejas de lana y con forma caracoleada, mostrando tal postura una gran dignidad, la cabeza la tiene ligeramente ladeada hacia la derecha.
Análisis Iconológico: El león es un animal mamífero felino y es uno de los más representado en las artes a lo largo de toda la historia, siendo un icono presente en todas las culturas, que lo conocen o han conocido, portando valores como la majestad, el poder, la fuerza, el valor y la dignidad, símbolo que además es adoptado de igual manera por el poder eclesiástico, como por el secular.
En el mundo medieval tiene valores indistintamente semánticos y ambivalentes, teniendo por tanto valores tanto positivos como negativos, estando esos valores reflejados tanto en la antigüedad como en la Biblia, aclamando en ésta a Cristo como “El león de Judá”, a la par que equipara a la bestia con el anticristo, tomando por tanto una clara dimensión cristológica potenciada por los exégetas y la literatura zoológica cristiana.
Siendo además el símbolo de San Marcos39 y por tanto al ser integrante del Tetramorfo acompaña siempre a las representaciones del Maiestas.

39 Su forma de león se inspira en las visiones de Ezequiel y Daniel y en el Apocalipsis: Ez. 1, 10; Dn. 7, 4; Ap. 4, 7.


Fig.  -León de san Marcos Venecia.

El león entre otras características es representado como uno de los animales guardianes por excelencia, siendo su forma leonina un recurso constante con el poder político y su simbología y con la emblemática guerrera y heráldica, complementando a la perfección la imagen del poder, extendiéndose a ámbitos tan dispares como la astrología (encarnando a la constelación de Leo) e incluso en el mundo islámico simbolizando el coraje, la fuerza y la magnanimidad regia.


Fig. - Evangeliario de Echternach, Northumbria, s. VIII.Paris, BnF, Ms. Lat.9389, fol. 75v.


Acabando a su vez, por ser atributo de personajes, instituciones, linajes e instituciones, tal vez ésta vinculación iconográfica sea atribuible a los elementos distintivos del león, como son, su corpulencia, sus poderosas garras, pero muy especialmente su melena, aunque a veces la libertad creadora del artista, sometiéndolo a tal grado de estilización, que lo aleja de su fisionomía real, alargando el cuerpo, deformándolo o reduciendo su melena a un mero elemento ornamental, interviniendo en éstas alteraciones diversos posibles factores como pueden ser, el esquematismo convencional, que va ineludiblemente vinculado a la ausencia del modelo real, gusto por la abstracción y simplificación de formas o incluso falta de pericia del artista que ejecuta la obra. A nivel iconográfico la ausencia o presencia de la melena no conlleva una clara diferenciación de tipo sexual encontrándonos a veces en la manufactura de carácter suntuario la pareja de felinos, compartiendo una misma cabeza, en clara adaptación al espacio físico del capitel donde se representare, estando en posición rampante en los blasones de linaje de la heráldica, incluso apareciendo coronado como muestra de su categoría soberana dentro del reino animal, ante tal atributo, también puede portar otros “regalía40, como el manto, cetro o cualquier otro elemento que aporte su realeza, adoptando además el porte gestual propio de la autoridad.

39 Símbolos atribuibles a una determinada condición, así pues en la realeza serán el cetro y la corona , el manto de armiño..etc..

La imagen del león puede aparecer aislada o en contextos narrativos, no sólo en diversos episodios bíblicos, que veremos más adelante, sino que además se hace dueño y presente en multitud de fábulas y encuentros con individuos, donde el león presta servicios a cambio de una dádiva o prebenda que le fue dada (Como la espina que quita y sana san Jerónimo en la pata del león) o apareciendo incluso en luchas sangrientas contra el ser humano o con otras bestias (Leones andrófagos o comedores de hombres o Hércules y el león de Nemea).

Fig. -Le Roman de Renart ed. & trans. Gabriel Bianciotto (Paris: Lettres gothiques, 2005).

La Biblia menciona al león en al menos 157 veces41 proyectando a su vez una imagen ambivalente del animal ya que en varias lo define como representante de Cristo y en otras como del maléfico. En los salmos (Sal. 7, 3; Sal. 9, 9; Sal. 22,
13. 21; Sal. 56, 5; Sal. 90, 13)42 o incluso en otros pasajes el león es una criatura tremendamente hostil, como ocurre en el pasaje del antiguo testamento del castigo de Daniel en el foso,43o los enfrentamientos con David o incluso Sansón, conllevando por tanto una connotación negativa, pasando a ser la imagen del mismo diablo como nos dice san Pedro en una de sus epístolas.. Sed sobrios y vigilad, que vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda rondando y busca a quién devorar” (Pe. 5, 8). Pero en el caso del león, no todo es negativo, por contrapartida la Biblia también aporta una visión positiva de la fiera, no en vano, y como ya hemos dicho anteriormente, Cristo es aclamado como “León de Judá” en el Apocalipsis…”Mira que ha vencido el león de la tribu de Judá, la raíz de David”(Ap.5,5) y tratándolo como fuente de valor, fuerza y emblema del linaje de Judá (Gn. 49, 9; Nm. 24, 9; 2 Sam.1, 23; 2 Mac. 11, 11; Prov. 30, 30). Por todo ello Ambrosio y Orígenes44 ven en el león una figura representante de Cristo, vinculándolo al trono y su defensa, como se describe en Re. 10, 18-20, y 2 Cro. 9, 17-19 el trono de Salomón guardado por leones teniendo por tanto una especial imagen en la iconografía medieval y su vinculación a la majestad real.



39 PASTOUREAU, Michel (1985): p. 135, n. 9.
40 El león es considerado un enemigo del hombre espiritual cuando, en virtud de este salmo, se lo representa hollado por el Salvador junto al dragón. La cita es comentada entre otros por San Agustín (PL, XXXVII, col. 1168), Casiodoro (PL, LXX, col. 654), la Glossa Ordinaria (PL, CXIII, col. 1000), Bruno de Asti (PL, CLXIV, col. 1055), San Bernardo (PL, CLXXXIII, col. 242), o Pedro Lombardo (PL, CXCI, col. 853). Dichos autores identifican al león del salmo como aquél que dio muerte a los mártires, e incluso como el diablo. las citas han sido extraídas de la Patrología latina se han tomado de FAVREAU, Robert (1991).
41 Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. I, 1, 2009, pp. 22-35.

Fig. - Georgius Zothorus, Liber astrologiae, Sicilia (Italia), segundo cuarto del s.XIII. Paris, BnF, Ms. Lat. 7330, fol. 16.
En la literatura medieval sobre zoología, nos encontramos multitud de citas con respecto al león, siendo la mayoría de las afirmaciones, repetidas durante siglos provenientes de autores clásicos como Aristóteles, Eliano45, Solino46, Plinio el Viejo47 u Horapolo48, por citar sólo algunos, siendo repetidos y retomados posteriormente por san Isidoro o Rábano Mauro, todos ellos se preocupan de describir tan magnífico animal y de sus particularidades anatómicas y de carácter, san Isidoro lo reconoce como Rex, eo quod princeps ) omnium bestiarium.49 Siguiéndole en tal definicn y añadiendo su asimilacn con Cristo por Rábano Mauro50.
39 Padres de la Iglesia
40 De animalium natura, libro V, cap. 39.
41 Polyhistor, XXVIII.
42 Historia naturalis, libro VIII, cap. 19.
48 Horapolo (1991): pp. 70, 71, 103, 105, 107, 110, 308, 329, 399 y 453.
49 San Isidoro, Etimologías, libro XII, cap. II, 3 (PL, LXXXII, col. 434).
50 PL, CXI, col. 217.

Fig.- Gárgola representando una Hipostásis.

En el Fisiólogo, un texto ya referido con asiduidad a lo largo de éste libro y en los distintos bestiarios que dimanan de él, se describen las distintas partes del cuerpo del león, la cabeza donde reside su ferocidad, el cuello y su melena, el pecho fuerte, en oposición a sus cuartos traseros, que son delgados y débiles, antítesis ésta que comporta virtud y vulnerabilidad, y por último las patas y la cola, pero no sólo se describe su físico, sino que también se describen su naturaleza y comportamientos, interpretando tales fuentes desde una visión religiosa y moralista repleta de matices cristológicos.51



Muchas de estas visiones son meros mitos sin ninguna realidad objetiva que pueda probarse, entre otros destacaremos:

         Borra sus huellas, cuando se le persigue para darle caza, lo hace con su cola, para distraer a sus perseguidores, siendo tomado como un signo de la Encarnación, por medio del cual Cristo ocultó bajo aspecto humano su divinidad.

         Cuando duerme, permanece alerta con los ojos abiertos, Cristo vela por los suyos, cuya divinidad velaba en el sepulcro mientras su naturaleza humana dora52.

         Pasados tres días es capaz de revivir a sus crías muertas mediante su hálito o su rugido, metáfora más que evidente de la Resurrección53

         Perdona al que se postra ante él como hace Jesús con quien se arrepiente y reconoce sus pecados.

La posterior literatura enciclopedista a partir del siglo XIII consagra al león como Rex animalium”, siendo reconocida su supremacía por los distintos tratados de heráldica escritos a partir del siglo XIV, que asocian a la criatura con las virtudes propias del jefe representado en los distintos bestiarios medievales.



Pero es en las artes suntuarias, donde la imagen del león obtendrá su mayor difusión, creando un sinfín de piezas tridimensionales, tanto en el mundo islámico como en el cristiano, aguamaniles, bocas de fuentes, gárgolas, empuñaduras de armas etc. Y teniendo en cuenta su carácter de vigilante y protector, se emplaza la figura en umbrales nobles y sepulcros (recordemos su significado resurreccional) por su asociación con la imagen del poder es característica su aparición en la sigilografía54, las medallas y monedas e incluso como remate en cetros y bastones, asi como en la empuñadura de espadas, estiletes y todo tipo de armas, incluso en mantos y demás enseñas de la soberanía incluyendo los tronos con dosel, rememorando el trono salomónico.

50 Charbonneau-Lassay, Louis (1996).
51 Dormivit enim caro in cruce moriendo, divinitas vero vigilabat cuncta protegendo (De Bestiis, PL, CLXXVII, col. 57).
52 San Isidoro, Etimologías (PL, LXXXII, col. 434); Rabano Mauro, De Universo (PL, CXI, col. 218);De Bestiis, libro II, cap. 1: Cum leaena parti, suos catulos mortuos parit, et ita custodit tribus diebus, donec veniens pater forum in faciem forum exhalet ut vivificentur. Sic omnipotens Pater Dominum nostrum Jesum Christum, filium suum, tertia die suscitabit a mortuis (PL, CLXXVII, col. 57); Hildegarda de Bingen, Liber subtilitatum diversarum naturarum creaturarum, VII (PL, CXCVII, cols. 1314-1315).

Fig.  -Hombre león de la Catedral de Sevilla (España).

49 La palabra «sigilografía», etimológicamente procede de un vocablo grecolatino, compuesto de dos términos, uno latino: sigillum (sello) y otro griego: γραφή (descripción, doctrina, ciencia). Al latinizarse, mediante el sufijo «ia», el vocablo griego γραφή se mudó a «graphia» y luego a «grafía», la definición etimológica de «sigilografía» encaja perfectamente con el objeto de esta disciplina, es decir: Tratado o estudio del sello en su aspecto material (realidad técnico-artística) y formal (representatividad simbólica y signo validativo).


Fig. - Manto de Roger II, Palermo,c. 1134. Viena, Kunsthistorisches Museum, no inv.XIII 14.

Con el nacimiento de la heráldica en el siglo XII, el león se convierte en la figura básica en los blasones medievales, ganando en la Baja Edad Media en realismo y objetividad la figura del león tal vez debido a la contemplación directa de los felinos al poder ser vistos con mayor facilidad en los zoológicos reales y de nobles, apareciendo en diversas ocasiones coronado como rey, lo que sin duda supone una promoción de la imagen de soberano sobre la totalidad de los animales, desplazando a otras especies como el oso desde finales del siglo XI.

Por otro lado debe contemplarse el fenómeno de la hibridación, característico de la etapa medieval y su cultura zoológica heredada de los bestiarios, la fusión de los rasgos leoninos con otras especies de animales, dará lugar a un amplio abanico de seres fantásticos, que compartirán no sólo rasgos morfológicos, sino también, los valores simbólicos del mismo, como es el caso del grifo en la mitología o del hombre león, al cual dedicaremos un capítulo aparte en el seno de éste libro. Otros ejemplos de representaciones gargolarias en España y Francia.


Fig.- Blasón heráldico en la catedral de Sevilla.

En la primera de las gárgolas de ésta página observamos como el león tiene entre sus garras atrapado un lagarto, símbolo en éste caso de los impuro, lo terrenal que se arrastra por la tierra y que representa al mal, en éste caso el león representa al bien que vence a las fuerzas demoniacas, imagen similar a la de la Catedral de Valencia en la que la pureza queda representada por un niño, al cual y pese al miedo del mismo, el león protege entre sus garras.


Figs.  - Gárgola en la Lonja de la Seda Valencia Gárgola en catedral de Valencia.

Fig. -Gárgola de la Catedral de Palencia.

Relación símbolo del poder con la heráldica y la nobleza representada por la fiera, defendiendo entre sus garras el escudo heráldico.


Fig.- Cabeza de león con cuernos y foliado, fuente de Bernini en Roma, Italia,.


éste texto e imágenes están extraídos del libro de éste mismo autor "Gargolarium: Guía visual del estudio iconográfico e iconológico de la estatuaria gargolaria de España y los paises de su entorno".


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