PELÍCANO
Localización: Catedral de Notre Dame Paris, Francia.
Análisis Iconográfico: Figura de postura erguida que representa un ave de pico largo, que bien podría identificarse con un pelícano, sus alas plegadas y la
cabeza apoyada sobre el pecho en actitud
de recogimiento.
Análisis Iconológico: La figura del Pelícano tiene sus primeras
apariciones en el arte cristiano
primitivo (Podemos
observarlo en la representación de la crucifixión
de Jesucristo en el tímpano de la catedral
de Friburgo hacia 1300
e incluso en el Altar mayor de la cartuja de Miraflores
de Burgos a finales del
siglo XV), también se le suele relacionar con otra serie de símbolos
relacionados siempre con la figura de Cristo, como la vid y las hojas frondosas de la misma.
Según el Fisiólogo57: …” El pelícano
ama desmesuradamente a sus crías, las cuales, cuando comienzan a crecer, golpean a sus padres en el rostro y éstos, a su vez, hacen lo mismo causándoles la muerte. Pero luego se compadecen y los lloran por tres días, doliéndose por aquellos a quienes mataron. Después, al tercer día, la madre se hiere el pecho y rocía con su sangre los cadáveres de los polluelos y aquella
sangre les devuelve a la vida.” Ésta descripción del primitivo bestiario, se mantuvo hasta bien entrada la Edad Media, aunque con distintos matices sobre
si la sangre del pelícano
era solamente rociada
sobre las crías o si por el
contrario éstas la bebían,
en cuyo caso podía llegar a ser el pelícano símbolo de la Eucaristía
o por el contrario
de la Penitencia, pues la sangre y el agua derramada
del costado del Salvador, lavaron el pecado original con el agua del Bautismo y con su sangre, sangre de la Penitencia de Cristo y el sacrificio por el perdón de todos los pecados. Una
vez muerto,
a los tres
días Cristo resucitó,
lo
que hace que en el simbolismo
cristiano el pelícano
represente el amor de Dios a los seres humanos y la salvación del
mismo por la muerte en sacrificio de Cristo.
La leyenda citada en el bestiario
proviene posiblemente de Egipto, ya que el pelícano parece ser oriundo de allí, según todos los bestiarios de la época. Incluso llegan a aportar los de Oxford y San Petersburgo como dato el nombre que se le atribuía en la antigüedad al pelícano que era “Canope” que viene a significar Egipto. Siendo en el citado Bestiario
donde se nos dice…” Los pelícanos viven en Egipto. Hay dos clases:
una vive en el agua y se alimenta de animales perniciosos como los
cocodrilos y los lagartos; la otra clase, con un largo cuello y también
un largo pico, emite un sonido parecido al de los asnos, cuando bebe (se llama “onocrotalus”). Algunos sostienen que estas dos
clases se distinguen por otros atributos: la que vive en el agua se alimenta
de peces, mientras
que la que vive en las islas se alimenta
de animales “sucios”. El pelícano tiene un hambre insaciable, su
estómago no puede alojar comida por mucho tiempo: todo lo que come es inmediatamente digerido.”
San Isidoro de Sevilla58 (Siglo VII d.C.) nos dice al respecto…” el pelícano es un ave egipcia que vive en la soledad del río Nilo. Se dice que [aquí Isidoro expresa una cierta duda
al respecto] la hembra
mata a sus crías y llora por ellos durante
tres días, luego se hiere a
sí misma y arroja su sangre sobre ellos para revivirlos.” (Libro
12, 7:32):
49 Ob cit.
50 San Isidoro de Sevilla “Etimologías”, Libro 12, 7:26 y Libro 12, 7:32
Fig.- Quimera de Notre Dame de París en Francia.
Guillaume le Clerc59 en el siglo XIII en su bestiario nos dice también
al respecto…” El pelícano
es un ave maravillosa que habita en las zonas cercanas al río Nilo.
La historia escrita
nos dice que hay dos clases, la que vive en el río y come nada más que peces, y la que vive en el desierto y come solamente insectos y gusanos. Hay algo maravilloso sobre
el pelícano, nunca la oveja amó tanto a sus corderitos como la hembra del pelícano
ama a sus crías. Cuando
nace el hijo, los padres le dedican
todo el cuidado
y el pensamiento para nutrirlo.
Pero los jóvenes pelícanos
son ingratos, y cuando han crecido lo suficiente, están fuertes y seguros
de sí
mismos, atacan a picotazos a sus padres en la cara, y él [aquí es el macho], enfurecido
por semejante maldad, los mata a todos. Al tercer día, el padre se acerca, profundamente conmovido, con mucha
pena y dolor. Con su pico se hiere a sí mismo, en un costado, hasta que la sangre brota. Con la sangre lleva vida nuevamente sobre los cuerpos de sus
jóvenes.”
Fig - Museum Meermanno, MMW,
10 B 25, Folio 32r.
El pelicano
come conchas y peces que almacena
en su pico, para después
volcar el alimento
en sus crías, llegando incluso
Plinio a pensar
que dicha criatura carecía
de estómago para retener los alimentos, por lo que al no tener digestión,
éste ave siempre estaba preparada para cualquier eventualidad e incluso
llega a cuestionar
si los pelícanos
tenían un segundo estómago en su cuello, donde las insaciables criaturas colocan la comida, aumentando su capacidad, para más tarde pasar la
comida de ese al estómago verdadero de menor capacidad o de no existencia.60
Dentro de la simbología cristiana, es considerado a su vez, como símbolo
del que huye de los placeres de la carne y como ermitaño, ya que al carecer de estómago, come sólo lo necesario para su sustento, como hacen justamente
los ermitaños, para tener el espíritu siempre dispuesto para
elevarlo a Dios. En “El bestiario de Aberdeen” se cita que el hambre
del pelícano significa que “… la vida de un ermitaño está modelada en base a la del pelícano, en el sentido que éste vive del pan pero no busca llenar su estómago; no vive para comer, sino que come para vivir”.
49 Guillaume Le Clerc “Bestiarie” 9; 26
50 Plinio el Viejo “Historia
natural” libro X, 66
Posteriormente, con el pretexto de que alimentaba a sus crías
con su carne y sangre, se vio como signo del amor paternal, relacionándolo por ello con Cristo, tomándolo como la figura del sacrificio
y de su resurrección, siendo sustituido en ocasiones, con la imagen del fénix, elevándolo a su máxima
expresión cuando lo representan con una llaga en el corazón
de donde manan sangre y agua como
licores de vida…”Despiértate cristiano muerto, fíjate, nuestro pelicano te riega con su sangre y con el agua de su corazón. Si la recibes bien… al instante estarás vivo y con buena salud” (Silesius) y en “El pelícano
pone en su garganta peces para sus crías. Después
los exprime y expulsa
su sangre fuera de la boca, con la que enrojece sus plumas blancas. Esto ha conducido
a la
fábula de que el pelícano desgarra su pecho para alimentar a sus pequeños. Por ello, se convirtió en símbolo del amor paternal sacrificado. Esta simbólica fue transferida a Cristo.”(Jn
15,13.). Profundizando en la Eucaristía con la sola presencia del pelícano, san
Agustín61 afirma que dicha ave es símbolo
de Cristo desde
los tiempos del Fisiólogo y se suele
incorporar a los pies
del crucificado en los siglos del gótico.
Figs. -Retablo del Altar Mayor
de la Cartuja de Miraflores en Burgos y detalle..
La ilustración de los pelícanos, está altamente estandarizada y se encuentra en una gran variedad
de escenas, incluyendo esculturas, manuscritos, esculturas, tallas en iglesias etc., y son llamados
“Misericordios” y se representan
con la disposición de la madre pelícano y su cría a la que llamamos
“El pelícano en su piedad”
cuya imagen se representa
con la madre de pie con sus polluelos muertos (o revividos), con la cabeza inclinada hacia abajo en una grácil curva, para
cortar su pecho y así poder gotear su sangre sobre sus hijos. En algunas ilustraciones, la madre arroja su sangre sobre los polluelos, o los polluelos
estiran sus cuellos para alcanzar el pecho herido
de su padre…62
49 San Agustín”
Narraciones sobre los Símbolos” (Salmo 101, 7-8)
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